LIBRO ROJO (BLOG CERRADO)

sábado, julio 30, 2005

Compañía

(00:51. 15/07/2005. "La Caverna". Borracho.
Ni siquiera yo entiendo ésto)

Aún sin mí,
es el auténtico.
Soy yo,
sin conciencia,
quien te dice
¡No hagas eso!
¿Quiéres que recuerde
cómo era yo?

Quiero estar solo
hasta que todo
esté bien
-realmente bien-
Quiero tus ojos
porque mis ojos pueden ver
lo que no existe.
Porque verde, rojo o nada,
sigue la soledad insistiendo
en aprender
a estar sin alguien
que me diga
¡está bien!
tú vales,
o sólo tú
quieres merecer.

Esa es mi decisión.
Mi blue
es el triste de doble
¿Dónde estás tú?
Sin dinero,
sin nada que ganar.

No capricho,
no olvidar.
Te quiero a ti,
quiero a todas
las demás.
Quiero fingir
que soy
simplemente feliz.

Y no importa quién,
no cómo estás.
No se quién soy
ni donde voy,
sólo sobrevivir,
junto a ti
o los demás.
Quiero volver a vivir,
antes que todo
sea convertir
la oscuridad
en confín.
Sólo yo
y el sentir.

(Notar los siguientes detalles: "es el triste de doble" en lugar de "el doble de triste". Además de la gramática tarzanezca)

Buscando a Gisselle

(escrita tras una larga
conversación en MSN)


Sólo bastan palabras,
sólo basta tu dolor.
Puedo ver tus ojos
y sus lágrimas comunes.
Somos dos víctimas
y dos victimarios.
Concluímos solos
todas nuestras historias.

Sufriendo, sintiéndonos nada.
Comprendiendo al mundo
como el regidor de todos nosotros.
Como cada cuál y cada verdugo
que cortó nuestras cabezas
y un pedazo de nuestras almas,
porque no somos más que objetos
de algo o alguien
que nos supera por una nariz.

Usted, tome mi mano.
Yo tomaré la suya.
Somos uno,
porque cada cual
es la mitad de un humano,
con miedo, tristeza e infortunio,
pero ambos somos uno
y podemos luchar,
mientras estemos juntos.

Quiero que me sonría a medias
porque mi media sonrisa
le dará vida
a ese corazoncito destrozado,
porque veremos la luz
al final del túnel
¿Por qué debe sufrir
por aquel que destroza
su vida?

Soy pobre, débil
y tengo miedo,
pero puedo ser más
y ser de hierro
si alguien pretende,
si alguien se atreve
a ponerle un dedo encima,
porque tú y yo somos lo mismo,
dos solitarios en la avenida,
sobrevivientes ante el mundo
enfrentándonos a la misma vida.

Míreme,
aún existe esa sonrisa
-¡me encanta verla sonreír!-
¡usted es el espejo de mi alma!.
Usted, mi cómplice desconocida.
Un trozo de sinceridad
recompensa todo
y no me importa si el mundo cae,
si todo es risa o llanto,
quiero que sepas que no estás sola,
que estoy yo aquí a tu lado,
porque muy extrañamente
no somos sólo dos extraños
en medio de la avenida.

Cómplices

(Obra realizada para una muestra fotográfica
sobre la toma de la UCN)

¿Sabes qué quiero ahora?
Quiero descanzar en mi cama,
sentir que es MÍ propiedad.
Que me puedo morir en ella
... si yo quiero.
Quiero ver a mi familia,
quiero ver a mis amigos,
estar a miles de kilómetros
de este piso frío
que no me ha dejado dormir ninguna
puta noche.

Quiero sentirme bien
... en casa,
pero aquí estamos señoritas,
señores, señoras,
niños y niñas
y la tropa de pacos que están afuera.
Aquí estamos,
defendiendo nuestro derecho a ser mejores,
nuestro derecho a no estar de acuerdo.
A no ser los pobrecitos
niños buenos que dicen SIIII!!!
a la política de puertas cerradas.
Que dicen SIIII!!!
a la deuda que te va a matar
... algun día.
Que dicen SIIII!!!
a todo lo que ellos digan,
porque calladito se ve más bonito
y aprovecho de sobarle el lomo
y decirle
"¡¡Qué bien está todo!!"
"¡¡ Qué felicidad más grande
la de ver a mis primos,
manejando microbuses,
vendiendo seguros,
para pagar los sueños rotos,
de ser ingeniero,
de ser acuicultor,
de saltar de la pobreza
a la esperanza!!"
¡¡Y la esperanza también se paga...
y se paga caro!!!

Pero nosotros bien ¿no cierto?
y eso es lo que interesa

Nada de esto es mío,
no es mío el pasto,
ni los juros,
ni las pizarras,
ni las mesas rayadas,
ni las sillas defectuosas,
ni los computadores en desuso,
ni el agua con arsénico
... ¡ni siquiera el arsénico!
Estoy cuidándole la casa señor,
le estoy limpiando los pies
y cortando las uñas.
Me acusa de insensatez,
quiere que la gente crea
que somos unos monstruos ilustrados
que lo tenemos todo
y queremos más.
Somos los futuros hombres malos
que dejan sin pagar,
que despiden sin motivo,
que vacacionan en el caribe
con activos gubernamentales
o el sobresueldo de octubre.

No tengo ganas de nada,
luego de ser ignorado,
difamado y ridiculizado
por aquellos que gozan del bienestar.
Veo a mi ente muerta de frío,
con hambre e incertidumbre
cuidando la puerta sur
o tratando de olvidarse de todo
borrando paisajes
a través de la botella de cerveza.
No tengo ganas de nada,
pero debo hacerlo,
porque es nuestro mundo
el que se nos va de las manos.
Es la garantía usurpada
en manos de privados
y golpeada en la espalda
por aquellos que estudiaron gratis
en los jardines del Edén,
allá afuera, en el mundo libre.
Mientras aquí,
apuntaban los rifles a las cabezas.

No hay lección más grande
que luchar por lo imposible,
por darlo todo por los sueños,
por luchar por lo justo,
con todo el mundo en su sano juicio,
con todo el mundo en sus hogares,
con todo el mundo cómodo,
mirando cómo luchan en la TV,
mirando el mundo por la ventana,
sonriendo con la taza caliente.

Quiero agradecer el sacrificio
de aquellos que, como su servidor
pueden trabajar por lo intangible,
lo suficientemente desquiciados
como para creer
en la justicia,
en la equidad social,
en la participación,
en la utopía e la verdad
de la educación para todos.
No quiero las boletas del banco
porque fracasé queriendo ser alguien.
Le estoy pagando para ser mejor
y usted se hace más y más grande.
Los alimentamos
dejando nosotros de comer.
¿Cómo no se dan cuenta
que tendremos que mantener todo
tal cuál como es?

Finalmente basta saber
que la indiferencia es complicidad
para este mundo enfermo.



viernes, julio 22, 2005

Declaración de principios (Libro Rojo's Midseason)

¿Por qué demonios estoy tan molesto? Quizás porque no debería revivir cosas que quedaron en el pasado. Es verdad que yo insisto en plasmar mi poesía online, pero es porque yo amo lo que hago y no me averguenzo de escribir lo que sentí en ciertas situaciones. Esa es la magia de la poesía. Los poetas somos gente diferente, con otro punto de vista y con otras aspiraciones.
Solamente quiero dejar en claro que, a pesar que Libro Rojo es uno de los trabajos más íntimos que he publicado (la obra insight por excelencia), no es mi intensión desplegar mensajes dirigidos. Sería una niñería de mi parte usar este medio como una forma de revancha o de darle con los dardos a una fotografía. Esto que ven uds. en su pantalla es mi trabajo, es mi pensamiento y sentimiento que cambia constantemente de contexto.
Contexto, que palabra más importante, si supieran todas las situaciones que inspiraron todas las palabras desplegadas en el blog... ufff, entenderían de verdad lo que digo.
Lo dicho, dicho está y siento mucho que le llegue a ciertas personas, pero... así es mi mundo.

Todos los poemas que continúan en Libro Rojo de ahora en adelante corresponden a una especie de segunda temporada "post romance", por lo que no hay nada por lo que preocuparse.

PD: De algo no hay duda, demonios... llegue a amar a alguien tan intensamente como para dedicar tanta cantidad de poesía. (Tienes razón Pipe... tienes razón).

Cierre de Local

(Mejillones. 12:10
3 de julio, 2005)

No sé medir la realidad
sin la vara de la fantasía.
No puedo divisar tus ojos
sin contemplarlos como misterios
que cuelgan de la necesidad
de deshacer mis sueños.

Quiero una irrealidad
para tu trayecto pragmático.
No quiero ser una vitrina
de la vida social particular,
pulverizada, efimera y extraña
del tiempo en compañía suya.

No sé medir la realidad
con una cuarta de dedos sin los tuyos,
con el tiempo suyo y no mío,
con mi habitación fría y sinsentido,
con la necesidad insatisfecha
proyectada a través de los días
en ese viejo calendario.

Ayúdeme, quiero tenerla
pero... quizás no.
La soledad es como el Sahara,
te hace alusinar con lo simple,
transforma chozas en pirámides
y dolor en alegría
-dato clave para este sujeto
que ya es lo suficientemente alegre-

¿Por qué mi poesía
no es romance?
¿Por qué no hay una oda
para su respiración?
Gran error, ignorado.
Puñalada por la espalda.
Lo siento...
es tiempo de corregir
todo este lamento.

Para comprender a este anónimo
se necesita escuchar su poesía
NO HUIR DE ELLA.
Estas líneas son mis verdades,
mis dogmas que fluyen
y que usted no comprende
mientras es feliz teniendo todo lo que quiere.

Pero no tendrá otra opción
para este empampado.
Ya todo acabó
y es hora de iniciar la cuenta regresiva,
luego de contar
desde 5 millones
hasta la ausencia de cifras.
Usted ni ustedes
me verán de la misma forma,
en estas tierras de siempre
... no me verán.

5 millones
4 millones 999 mil 999
4 millones 999 mil 998
4 millones 999 mil 997
..........................................................

(Se cierra este ciclo. La terapia está terminada. Ahora es tiempo de retomar mi vida)

Homeless

Sus ojos,
sus manos,
ese sol hermoso desde su ventana,
juntos esperando algo,
un trozo del plato que odias
y que comes
mientras me sonríes.
Una extraña sensación de pertenencia,
el cariño espontaneo de su madre,
las fotografías de sus años;
esa sonrisa heredada de marco en marco;
esa felicidad de juntos y todos,
de casa grande y juguetes caros;
un montón de figuras;
fotografías de años dorados,
que se repiten hasta hoy
cuando su sobrino intenta decir algo
y cae en un delirio de sonrisa,
sonrisa
... y más sonrisa.

Usted me contagia de sonrisa;
estos muros me contagian de sonrisa;
este edificio que es meta,
que es sacrificio y recompensa
me toman del cuello
y me sueltan en el diván de la tierra.
Se cristalizan estos ojos,
retienen cada detalle de su vida;
los colecciono en mi inconsciente,
para pegarlos en mi sucia retina.

Los acomodo en mi tablero
y la pongo a usted de reina,
mientras yo, peón aún
estoy dispuesto a morir
por usted, pequeña princesa,
mientras pueda sentirme cerca de su imperio,
aunque sea como un mueble viejo
o una anécdota en la mochila.
Este constructo blanco
detallado en vida,
me profundiza en usted,
me enamora
... me suicida.

Hay una esquina en la ciudad
donde faltan las caricias
donde todo es reducido
a la solución habitacional del gobierno,
y la chela y el pito
y la pala todo el día,
que marcan el principio
y el final de la travesía.

Familia rota de vientre endurecido
vomita blasfemia adolorida.
Se destruye progresivamente,
inconscientemente.
Ellos no sonríen,
no tienen fotografías,
hay un poster viejo de revista
adosado a su ventana.
La indiferencia que rosa lo normal
los lleva a un camino sin salida.
Los matan... los asesinan.

Tome mi mano,
abraseme fuerte,
quiero que me comprenda:
lo he visto todo,
alguien quizo que lo viera todo,
para algún día mostrarselo a usted
y al mundo,
al pobre,
al rico,
a la clase media,
al de la esquina, al rematado,
al de lo alto, al bien amado,
al suertudo, al esforzado,
a un alegre maniquí de intento suicida,
a un silencioso hombre oso adinerado,
a la estela que deja un humano sin esperanza,
porque teniendo todo el dinero,
porque con toda la familia,
porque el dolor lo enseña todo
o la lección que deja el fracaso:
la felicidad no se transa
por nada del mundo.

Pero yo vine aquí
a hacer negocios con usted.
Le ofrezco un millón de poesía;
una madre capaz de morir por amor;
un cuñado loco, un genio incomprendido
que vaga por el mundo ocultándose de todo;
un joven inseguro
que tiene flojera de existencia.
Una ensalada de viento y arena.
Una reunión familiar de antaño,
risas, comida y baile,
una velada austera de unión y sigilo,
un mundo pequeño para un universo benigno
y finalmente...
le ofrezco a un líder del infortunio,
un tanto triste de noche,
inseguro, tímido, parlanchín e inocuo,
un falaz ejemplo de resilencia
cuando junto sus muros con los míos.

Le ofrezco todo
sin concursos ni sorteos.
Transo mi paquete de vida

... por uno sólo de sus besos.

Aunque la felicidad
no se transe por nada del mundo.



(Lejos, una de las mejores cosas que he escrito. Me salió de las visceras una noche que pensé estar en la cima de la felicidad, quizás sin merecerlo)

La única fotografía en mi billetera

Una gran pregunta
rodea esta famosa cabeza,
pulida por el cartonero de la esquina
-el que está allá-

Reviso la billetera de mis amigos
y encuentro decenas de fotografías:
una madre y su rostro inexpresivo.
Un difunto reportero y su semblante recto.
Una dibujante con una sonrisa diseñada.
Un hijo prestado y la alegría mancomunada.
Un gordo que no es y que sonríe.
Un pequeña señora de hablar extraño.
Un singular negociante que esconde algo bajo esos ojos.
Una dama extraña de líneas circulares.
Un mentalista de lo moderno y su dejo de temor.
Un par de cabellos rebeldes reformados.
Un gigante herido por la caricia de alguien.
Un gran señor vestido de respetos.
Un paciente defensor fraterno.
Una fila de amigos comunes y no corrientes.

Bueno, retomando,
es una gran pregunta,
porque cuando busco fotografías
en estas billeteras que son siempre nuevas
-porque lo pierdo todo
constantemente-
solamente encuentro
un retrato de Jesucristo enojado.

miércoles, julio 20, 2005

Adora sólo a tus dioses

¿Sabes por qué dudo?
Porque te adoro.
Adorar es una palabra,
de la cuál tú no adviertes temor.
Te adoro y tengo terror.
Terror a que yo no te importe.
Terror a que tú conozcas a alguien más.
Terror a que me dejes solo.
He permanecido solo
lo suficiente como para aterorizarem
ante el silencio de mi única compañía.

Oops, sé que caigo en la inseguridad,
que no confío en tu amor,
pero te adoro y quiero estar contigo,
quizás a cada segundo latente,
cada paso, cada caricia.
Lo siento, soy un maldito romántico
en las manos de tu burgués sentir
y te adoro, a pesar de todo,
porque entre miles de ninfas,
tú apareces y me declaras amor
y yo no tengo opción
que estar contigo
o iniciar la cuenta regresiva.

Es tanta la necesidad de su persona
que estoy dispuesto sacrificar
mi salud mental y mi laberinto de ganar
un tercio, una minuta, un micrón
de cariño, de amor, de necesidad.

Lo que queda bajo mi sombrero,
no sólo conejos ni gritos de la nada,
sino la entrega:
Entregarte mi virginidad, por ejemplo.
Entregarte mi incesantía, por ejemplo.
Entregarte mi palidez de día, por ejemplo.
Entregarte mi mimetismo nocturno, por ejemplo.
Entregarte mi garganta profunda, por ejemplo.
Entregarte lo que encontré bajo la alfombra, por ejemplo.
Entregarte un diente de leche, por ejemplo.
Entregarte un cálculo extraído de mi madre, por ejemplo.
Entregarte una fluoxetina, por ejemplo.
Entregarte una foto del renault 5, por ejemplo.
Entregarte las cartas de mi billetera, por ejemplo.
Entregarte mis poleras heredadas por mi hermano, por ejemplo.
Bueno, tú me entiendes.

Te adoro ¿y qué?
¿vas a dejarme porque te adoro?
¿Adonde vas?
¿Por qué te llevas todo?
¿Qué fue lo que te hice?
¿Por qué estabas incómoda?
¿Por qué un taxi amarillo?
¿tu auto verde está en la esquina?
¿Te llevas acaso mis canciones?
¿Te canté todo en vano?
¿Mis silencios fueron fatales?
¿Eran muy graciosos mis besos?
¿Para adonde vas?
¿Adonde?

¿ A......................................... DON........................ DE?

No los Necesito (Resentimiento)

(VI Maratón Poética de Antofagasta
madrugada del sábado 18 de junio, 2005)

¡Qué importa que el mundo avance sin mí!
¡Que ella me deje solo
hablando incoherencias toda la noche!
¡Que mis amigos vuelen lejos
todos los fines de semana de mi vida!
¡Que los quiera a todos ellos
en mi perpetua soledad!
¡Y que escuche la voz de mi madre
lejos, muy lejos!
¡Y que mi padre esté ausente
muy ausente!

Tengo un corazón
capaz de desbordar al mundo con apoyo.
Tengo toda clase de consejos
para todo tipo de aflicciones.
Mi hombro se endurece en sus nombres
lloro a escondidas y en silencio
para que ustedes me confíen su llanto.
Les doy mis fuerzas, mis ganas,
pero no mi lamento ni mi dolor.

¡Qué importa que siempre arruinen mis romances
que tengamos que pegar el corazón
con agorex y unos cuantos psicotrópicos,
que tenga que tragarme la angustia,
que tenga que escuchar que ella no está en casa,
que nunca contesta el teléfono,
que todos están muy ocupados
como para salir conmigo!

Por eso tengo estos cuadernos llenos,
por eso mi humor trágico,
por eso mis canciones en inglés incomprensible,
por eso mi autoestima por el suelo,
mi espalda encorvada por el miedo.
Toda mi vida en 15 minutos
de lucha cálida, de almuerzo y habitar,
de todas mis piezas frías.
Mi sinsentido que finalmente es mi ser
y mi cantar.

Porque estoy esperando a que me llames,
pero no debo.
Porque quiero que me digas algo,
pero no debo.
Porque quiero ser un buen hombre,
pero no debo.
Porque voy a reventar el alcohol y llanto,
pero no debo.
Porque nadie me escucha,
ningún hueón de mierda me escucha
y pido un poco de su tiempo,
para que sepa que valgo algo la pena,
aunque sea para valer
... un vaso de agua.

Camino, caminé y caminaré solo,
por lo tanto no los necesito.
Necesitándolos sufro
y sufro en compañía, con los amigos.
Alguien quiere que esté solo
y vaya que lo está logrando.


martes, julio 19, 2005

Conozco tu Nube

(VI Maratón Poética de Antofagasta
madrugada del sábado 18 de junio, 2005)

Te quiero en esa nube,
arriba, muy alto.
Te quiero ilusa, te quiero así,
sin miedo, sin verdades,
con esa sonrisa
y la bondad...
No hay nada malo,
no hay crimen,
en idear al mundo
como un paraíso posible.

No la escuches,
te quiero en la cúspide,
volando sobre mis problemas
y los problemas de todo el mundo.
Te compré estos lápices de cera
para que pintes todos los edificios públicos
-y el frontis de la Universidad-
pinta este corazón enfermo,
para que vuelva a funcionar.

No bajes,
hasta que acaben las guerras,
hasta que sea feliz,
hasta que acaben de contaminar
y vuelva a despertar.
Tú no eres hecha para este mundo,
este tiempo y estas soledades.
Te quiero arriba
hasta que me arrodille
y rese con tu canto.

Estamos ciegos
o tú nos lo ciegas todo.
Todo está bien,
muy... muy bien.
Me convences mujer,
me convences...
No te bajes,
no lo hagas ahora,
ni nunca,
esa nube no miente,
sólo yo quiero deshacerla.

No la escuches,
ella no sabe de alturas,
ni de paz, ni de Krishna.
Atraviesa esta espalda,
con un rayo de esperanza,
politiza conmigo sobre la vida,
convenceme que estoy feliz,
a pesar de las cadenas.
Todo pasó o pasará.

Súbeme a tu nube,
dame de comer,
dame de beber.
Súbeme a tu nube,
coloca en mi cerebro
una argucia incrustada
en forma de sonrisa.
Sonríe para mí
y yo sonreiré para ti
-aunque no quiera-

(dedicado a Myriam)

Te Quiero para Mí

(Mediados de junio, 2005)

Te quiero,
te quiero mucho
... te quiero para mí.
Porque te descubro ahora,
mientras todo cae,
DECAE
y tú me das la mano,
me estás rescatando
de todos,
absolutamente todos
mis males.

Pero yo no quiero ser tuyo,
soy un ser universal.

A pesar de tus lamentos
y la hora y media tras dejar
tus labios que no me dejan
-y no los quiero dejar-
... pero no soy tuyo,
soy un ser universal.

Te quiero,
te quiero mucho
... te quiero para mí,
pero déjame un trozo
de tu alma, de tu ser,
de tus ojos que odias
y que amo sin dolor.
Una fotografía en mi billetera
me advierte que esto es real.

16.551

(Cementerio General.
Memorial de Rodrigo Ahumada)

No somos números ¿lo sabes?
¡No lo somos!
Somos hombres y mujeres
buscando un propósito,
un Dios, una pareja, una meta
y buscando, cuando nadie lo espera
sucede lo peor
y nos vamos sin despedidas,
rogando que alguien nos cuide
todo lo que se nos queda.

Mírame,
estoy a punto de lograrlo.
Pude cruzar este bosque,
esta oscuridad, este laberinto.
Juro no haberlo logrado,
sin haberlo conocido,
aún en las más macabras circustancias.
Aquí estoy,
aún sobreviviendo.

Pero todavía no comprendo
-y me será difícil hacerlo-
... no los comprendo a ellos,
desperdiciando cada segundo,
cada peso... cada paso,
riéndose de nosotros,
disfrutando de sus botellas,
de sus drogas, de sus billetes
... de su indiferencia
¿Me entiendes?

Porque sí, se puede triunfar,
se puede engañar al destino.
Podemos encontrar agua
en este inmenso desierto.
Sí, podemos... SÍ,
a pesar de todo amigo...
a pesar de todo.

¿Tenemos que esperar
a que alguien más muera
para entenderlo?
No, es tiempo de cambios,
es tiempo de acción,
la magia está por vencer al miedo,
sólo falta la fe
y su apoyo inmaterial.

Yo sé que está presente
en algún lugar del universo.
A ese lugar llegaré a su tiempo,
mientras tanto, ayúdeme,
porque no es fácil desafiar al mundo,
porque soy yo mi peor enemigo
y el destino... el destino
usted que sabe del destino,
levánteme cuando caiga,
despiérteme en la indiferencia.
Quizás sé que no es la recompensa,
sino las ansias de luchar,
las que alguien premia... las que alguien aprecia,
en algún lugar del más allá.

Reformas

(5/6/2005
12:45. Cementerio General.
Tumba de Andrés Sabella)


¿Cómo osa el mundo
a invocar tu nombre
en pos de la indiferencia?
Años atrás,
cuando los rifles
apuntaban a las cabezas de los sabios
alguien marchó por las calles
invocando a la paz,
invocando humanidad.

Entonces nosotros
unidos por el desasosiego
del socialismo reformado
marchamos en paz
invocando a la justicia,
pero recibimos castigo,
a través de miles de brazos cruzados
de cientos de alumnos pudientes
o simplemente indiferentes.

¡Cómo nos cambia la vida!
alguien nos ganó
a través del tiempo.
Alguien cobrara por su respiro
y usted pagará faliz, sonriendo,
porque no importa que el otro muera,
no importa porque es un pobre,
porque es un mendigo... una lacra,
un misero no productivo
que no trabajará para nosotros
con sus cabezas gachas.

¿Cómo osan bautizar estos muros
con su nombre?
Si acá a nadie le importa
si el mundo cae,
si el mundo explota,
si mañana su hijo
estudia por cuotas,
sufre por cuotas,
reprueba por cuotas,
se hunde por cuotas,
NOS HIPOTECAN POR CUOTAS.

Si sólo el que paga
es el privilegiado,
si nuestro esfuerzo
es pagado limpiando botas,
si todo es en vano,
porque no me siento útil.
Miles de hermanos
en la cuerda floja,
inflingiéndose muerte
por insignificantes,
por poco productivos,
por ilusos, por ingenuos...
porque no pagaron
sus cuotas.

Usted maestro Andrés
¿Qué opina?
Basta con sentirnos solos
justo cuando más se le necesita.